martes, 9 de agosto de 2011

Eso que se va sin decir nada...

Volvería a llamarla…
Aunque no valiera para nada
sólo deseo aliviar mi alma
con la mente impresa en el mar de la calma…

Pero debo guardar lo que me queda; es sólo mío
dejar actuar a mi antagónico enemigo;
el tiempo.
Disfrutar de la soledad de mi vuelo,
sin volver a caer hacia ti en picado…
Debo dejar que seas libre, por consentimiento;
sino haré de lo que nos queda poco más que odio
y aunque a veces lo deseo y lo quisiera…
No puedo dejarte vivir con ese agobio de haberte agraviado…

No creo que vuelva a ti, sé que no me dejarás entrar;
todo en la vida son ciclos; principios, finales…
Nacer y exhalar muerte, vivir e inhalar vida…
Una vez te conquisté bajando de mi caballo antipatía….
Ahora mis rodillas;
se hincan al barro, que dejó mi lluvia de tu huida.

Acepto a regañadientes la ofensa;
propuesta.
No nos queda nada a lo que contestar…
Huyo de las fiestas, hoy; quizás por siempre jamás…
aunque me duela más que a ti, me debo el escapar.

Estoy un poco triste, pero no es nada serio,
quédate los recuerdos vividos;
amargos; dulces; únicos..
o lo tonto e infantil que me sentí contigo.
A mí me comerá mi propio olvido;
estoy acostumbrado a perdonar…

Si, yo también he ofendido
En el teatro de tus manos; donde no volveré…

Dicen que es mejor no decir nunca, nunca;
que la vida da muchas vueltas tontas…
Pero yo sé como se escriben las cosas
y las cosas escritas no se pueden cambiar…
Por eso siento esta pesadumbre….
Me flaquean las piernas, si las personas me preguntan…
No les diré que me abandonaste;
No te preocupes, no te sientas mal…
para ti tan importante no mostrarte mala…
sólo yo sé que eres una bruja de cuento
de las ancestrales, de las malvadas….
Has podrido cual manzana mi corazón …

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