Marco Polo estuvo viajando, dando vueltas por el barrio
Descubrió que sus vecinos no eran los mismos
Los mismos que antaño fueron sus compañeros de juegos,
De sueños y entretenimientos… sus casas estaban vacías
Allí donde habitó ahora había semáforos, cocaína,
Parquecitos infantiles y dependencia alcohólica.
La vida se había transformado en una escalera
Que todos intentaban escalar, él no, él estaba
Parado, en el primer escalón, como todos los días
Sus hermanos tenían familias, una vida que completar
Esta era la segunda vez que se paraba a pensar
Pero no le gustaba, nunca le gustó, sentirse así
Tan lleno de amor y tan rechazante del aprecio
Era un necio, que no tenía envidia pero sí utopías
De un abrazo en la soledad oscura de su habitación
Y de las muestras de afecto que calmaran sus miedos
Era un niño, un tímido niño jugando a atreverse
A verse desde otro espejo distinto disfrazándose
Para que quien el quería que se acercase
Se fuese, para siempre, por pánico a que le amase.
Es más fácil rechazar un objetivo antes de lograrse
Se dijo, y escribió en el corcho de su armario
Millones de frases motivantes, para salir a flote…
Quería una vida limpia, hacer deporte
Madrugar cada mañana por algo importante
Trabajar duro día por día culminando
Todos los propósitos a los que se disponía….
Si le preguntas, dirá que está en ello
Que sigue en el camino, levantando piedras a su paso.
Y aunque las losas, a veces, son muy pesadas
Se motiva, recordando a sus padres, a sus inocentes sobrinos
Por esa savia nueva que forjará el destino, el futuro
Por la sonrisa tierna de la chica que lo ve como un diamante en bruto
Porque está absolutamente convencido
De triunfar, a gran escala en sus objetivos.
Quien lo vea dirá, un atractivo ganador
Quien lo observe dirá, un ilusionado jugador
Quien lo conoce dice… bueno puede decir lo que quiera
Sus opiniones siempre tendrán consideración
Y respeto, aunque eso del respeto a veces sea una falacia
Pero en este caso no.
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