La información dejó de tener importancia
Ya no existen motivos para pensar
Después de decir todas las mentiras posibles
Se desvela la absoluta verdad
Pensaba, temía y mi corazón se oscurecía
Cavilando la pérdida de mi inquietud textual
He tenido casi siete días de lágrimas
Donde mis manos no alcanzaban la pluma
La pluma estilográfica de la rima….
Un artista no debería desvelar a su musa
Porque se pierde el uso de ella
Y ella se quiere perder en no mostrarse
Sonríanse, falsos amigos
Y háganle un flaco favor a la fe
Y usted, prosiga, el camino prosiga
Aquí no quedan palabras y si malos gestos
Ahora, “se oyen chispazos, canciones llaman”
Volverá la vida boba encauzada
Y el equilibrio de la renta
Desearía que el tiempo se corriera
Y me dejara soñar con buenos sueños
Con tristezas tímidas y acomplejadas
Con grandiosas fortunas desdichadas
Y no manejar un manojo de ascos…
Estaba cagado, con gran pánico
A nunca volver a soltar estribillos
A no driblar pensamientos
Sin perder el estilo acompasado
Pero creo que soy más fuerte que todo esto
Mucho más duro que mi corazón
Que mis hábiles ilusiones mortuorias
Que las tutorías sobre amor y otras cosas
Que ejerzo y ejercen contra mí
Así que bordé el acento del “me despedí”
Sin ofrecer mi teléfono, ni mi avatar feisbukiano
A veces recuerdo, lo que casi doy
Y gano, todas las mañanas gano
Cuando miro al espejo y siento
Que ya nunca te echaré de menos…
Gracias, por lo que siempre me diste
Porque nunca me lo niegues
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