Menuda tarde más alérgica, escaleras
Oficina, sonido y disparos de fotografías
Y hoy seguirán las oscuras golondrinas
Pero no; recibo la llamada mágica
La que me invita a practicar con la cintura
Los movimientos que a ti te desarticulan
Y me hacen brillar…
Ninguna lo ve normal, todas se sorprenden
Cuando te ven bailar, señor de la erre
Pero es que después de descansar
Podría a un buitre comerme y con calma
Ver que tienes tú de real, que tengo yo de fantasma…
Un paseo en sidecar, por Elda
El flaco motoreta dispuesto a liarla
La chiquita “dos” no esta despierta
Y unas piernas que me abrazan para empezar
La noche. Que descaro de dieciocho
Tiene la niña y que derroche!!!!
Pero me despido, a mi mismo me digo
Mañana de seguro que le escribo
Y le especulo con la duda que me nace dentro
De porque el silencio se apodera
De cada uno de mis argumentos… claro
Y le razono todo lo que no hago, no te jode
Debuts de guión con bebes medio-hombres
El Bel y la canción, algún disco deforme
Un genérico sentido a olor femenino
Ellas eligen el tema, los otros, camino
Nosotros sabemos que el destino es una barrera
Que se nos dispone, delante, de unos seis dólares
Y una cola como la cordillera de los Andes
Pero bueno, no cesaremos de empeño por entrar
Solo que vendremos muchísimo menos de la mitad
De las veces que solemos divertirnos, es mejor
Pa´que mentirnos, se prefiere cábala en el local
Que una pureta cuarentona medio calva
¿Es tan absoluta la verdad y tan clara la ignorancia?
¿Y la falta de elegancia en dejarte pasar? ¿Qué?
¿Qué te vi en la tarima igual de tonta con tu nene?
No, no, no, tú me ignoraste, no se esto a que viene
A molestarme, a la mente, no me importa
No pretendía incomodar, ya está, de todas formas
Tú pasaste a saludar, como si nada
Y yo a poner la imagen de motivar
A pagar cierta culpa porque el cielo llore
Y existan flores quejicosas en este seco valle
Que deberían mojarse de alegría
Y no malhumorarse porque llueve
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