sábado, 9 de febrero de 2013

Florecimiento


Nacida la obligación,
Pendiente en la acrobacia,
Se llena de motivación,
Y al mismo tiempo se desarma,
De palabras…

Quiere acometer… y acomete,
Las esquinas de un papel,
Que sigue dibujando,
Con colores, que se tildan,
De superación.

No es blanco el camino,
Es negro, incierto, desalentador;
Así a veces se acuencan los minutos;
Se adivina un gesto serio, por otoño,
Y ya no está presente…

-Sería mejor no crecer- digamos,
-Aunque inexorables nacen,
Del verano, líneas en las manos-
Ya no hay vuelta atrás;
Vuelta hacia delante…

-Bebamos de reojo la melancolía y
Anidemos con paciencia la incertidumbre-
Le susurro, en la distancia, aunque,
Me cueste escucharme

Está aquí, estoy con ella,
Se está desperezando…
Siempre permitiré que se acurruque;
Para el miedo, soy sépalo.

Pero pronto sucumbirá el invierno,
Sus párpados rosáceos, tal vez, sonrían...

No importa si…

Primavera pronta o tardía;
Cuenta tu alegría, flor de almendro

lunes, 4 de febrero de 2013

artículo uno, párrafo primero


Austero y sin palabras
Así es el tiempo y se diluye
Entre cuencas de aguas bravas
En cielos ocres de eternas cúspides

Debiera navegar el río, pendiente abajo

No existe otra manera
Aunque la senda permita
Volver al principio la escalera
Hallarse las preguntas primitivas

Cruzar tampoco, no es ningún tránsito

Caer a la desembocadura
Observar por fin el horizonte
La calma donde el destino perdura
Convertido al cabo de todo en transeúnte