Quiero que sea uno por semana, puedo escribirlo un sábado, domingo, un viernes. Serán ideas inconexas y de narrativa breve; o con lazos, hacia todos lados, como todo lo que tengo. Esto es mío, pero me lo dais. Es mío porque yo lo escribo o termino de pensarlo y antes de que os lo preguntéis, no, no estoy loco, como dice un amigo, es que me aburro demasiado.
Aquí mi yo:
Tengo 26 años, creo; espera sí, 26, lo dice mi DNI. A veces pienso y me digo que tengo 25 y me rectifico a mí mismo y me digo, no 26. Bah, total es un año, tampoco es tanto, no han ocurrido tantas cosas, o sí, pero no les doy demasiada importancia. Me pregunto lo mismo que me preguntaba ayer y creo que mañana seguiré haciéndolo, igual llevo mucho tiempo con lo mismo en la cabeza. No se, es posible; me conozco un poco y sé que cuando hay algo que no entiendo o no le hallo respuesta se me traba en el inconsciente. Pero un año, joder es mucho. A lo mejor es que estoy estancado y he llegado al límite de mi capacidad. No ostia, al limite no, eso nunca. Date cuenta, siempre se aprende, todos los días, no dejas de crecer interiormente…. Cálmate, es una tontería que te plantees estas cosas, siempre hay gente que te da ideas, que te ofrece sus palabras a cambio de tus palabras, hay quien te aprecia y está contigo; y quien está y se mofa de ti, pero la amistad es así, y la enemistad, pero a los amigos aunque te hagan comentarios despectivos se les aprecia o yo lo hago. Los enemigos me resultan ridículos, por lo menos en esta época, igual que la envida, ridícula. ¿Por qué? ¿Por ser rubio de ojos azules? No lo entiendo, te juro que no lo entiendo. ¿Por estar siempre rodeado de tías? Son mis amigas… sí, tus amigas… pues sí, soy un gran coleccionista de mujeres, de mujeres con las que se me hace grata la compañía y puedo hablar, y no, no soy gay. A algunas me las follaría, a otras no, pero no es algo que piense todo el rato, ni se lo comento a nadie, no me gusta y no quiero joder algo bueno que tengo por un intercambio de fluidos y un desfogamiento mutuo. Sé que para toda regla hay excepción y para toda excepción regla y todavía no me ha pasado. Si me pasa, pues todo es cuestión de hablar, pero esto creo que ya no viene al caso.
26 años y no tengo nada, los demás coleccionan títulos, encuentran trabajos, ganan dinero, lo gastan, se compran coches, una casa, se hipotecan, viajan. Pero no me preocupan, son cosas banales, superfluas. Cosas que quiero hacer, como casi todos queremos, pero no entran dentro de mis posibilidades, de mis posibilidades actuales. Sé donde esta mi tope, hasta donde llego, soy consecuente, o por ello creo que lo soy, y realista. Me inquieta más mi yo interior, mi ego, mi felicidad moral, mi ausencia de objetivos; ausencia. Los que tenéis las cosas claras, ahora o desde pequeñitos, sois dichosos y no sabéis cuanto. A mí, a las “veletas” nos cuesta horrores o solamente a mí, pero creo que no soy yo solo. . Y las motivaciones, también son importantes, hay que encontrarlas y saber creérselas. Estaba pensando en llenarme la pared con las fotografías de las personas por las que quiero luchar, que son unas cuantas. Igual pido algunas, que no os extrañe. Son mis tonterías, pero son mías y me gusta creérmelas. Tengo que hacerlo, lo necesito, porque si ya de por si a veces pienso que nada tiene sentido, sin ellos, sin vosotros, seria ya imposible avanzar…
Sí, hay que avanzar, y debo luchar, y borrar esas ausencias, ¿No?
Este es mi yo, una parte.
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