lunes, 7 de noviembre de 2011

ARTICULO 04

Quiero que sea uno por semana, puedo escribirlo un sábado, domingo, un viernes. Serán ideas inconexas y de narrativa breve; o con lazos, hacia todos lados, como todo lo que tengo. Esto es mío, pero me lo dais. Es mío porque yo lo escribo o termino de pensarlo y antes de que os lo preguntéis, no, no estoy loco, como dice un amigo, es que me aburro demasiado.

Aquí mi despecho:

Vuelta a casa solitaria, todo me molesta. Andaba distraído bajo las atentas miradas, las que creo que me brindan. Pero no, he salido malhumorado del lugar; ni una pizca de complicidad ni un labio inferior mordido con rabia, por contención. No hubo nadie que me controlara, que anclara sus fijas palabras a mi presencia, y lo acepto; ese es mi regalo y lo único que ocurre es que con la moneda que pago, todo me es devuelto… Lamentos, hay lamentos.
Sigo siendo un hombre, con la parte animal en el fuero interno. Desdibujada una sombra de indiferencia, proyectada al exterior, así me ven tus ojos…. Pidiendo amor…
A veces “ filoloveo ”, tengo vistazos de lucidez que desgrano con algún hermano por los cafés cagalderos; nos sentamos y conversamos, construyendo frescas ideas y razonamientos claros. Va saliendo, aquello del corazón en relación al resto de personas; lo de qué difícil es el amor y lo de amar y sentirse una mierda. Me vuelvo, increpo, eso no es nada, ¿O tú que te piensas, que el resto de la gente no quiere lo que vos deseas? Buscan lo mismo, sin materialismos, querer sin contención y sin atisbos culpables. Lo que pasa es que quieren querer a quien quieren y a ser posible, que les quieran; en eso es donde la cosa se enreda; en coincidir, en atractivos semejantes, en vencer los miedos y salir delante de todas las relaciones pasadas por agua. Son tan débiles, tan vulnerables como tú, pero no se ponen tutús ni escriben millones de frases dilapidarias…
Además, si tuvieras esas historias todos los días, te aburrirías. Da gracias que el tiempo te ofrece épocas equiespaciadas, tan sólo debes de saber esperar... Pero hay desespero, hay vagabundeo…
Me vuelvo irritado, a la mañana siguiente todo es más claro… te están etiquetando… leen tus poemas… en silencio… en público… desglosan tus fobias y tus merodeos…
Esa chica… ¡te tiene miedo!..¡Si!... hubo deseo y vigilancia…pero que rancias…. No… no es tan mal…
(Hay una diferencia sustancial, entre el hombre y el animal. El segundo te huele, te busca y sólo sexo quiere… El primero te escucha, te soporta y espera a que te entregues…. Elije)

Aquí mi despecho, una parte

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